Dicen que vivimos en un mundo complicado, aunque por lo que a mi
respecta, creo que conozco lo suficiente lo complicado como para decir
que vivimos en un mundo muy simple. Somos animales que necesitamos amor,
necesitamos no estar solos, ser felices. Hay mentiras, crisis,
corrupción, y aun así, la gente sigue mirándose los zapatos. Estudiar se
está convirtiendo en un privilegio que muy pocos pueden alcanzar, y las
familias humildes sufren por el negro futuro que se les echa encima. La
tristeza ha echado a la felicidad de casa, pero nosotros mismos somos
los que hemos cerrado la puerta. Tanto desastre nos está impidiendo ver
las sonrisas de los niños pequeños, los pájaros en libertad, las parejas
de enamorados y sus besos en las esquinas, las mariposas volando por
encima de las flores, las familias que no se ven desde hace mucho tiempo
y se reencuentran, las madres acunando a sus bebés, las risas de una
pandilla de amigos en un parque, las personas que se aceptan tal y como
son y caminan por la calle haciéndoselo saber al mundo, las bromas
familiares, las reconciliaciones, las manos ofreciendo ayuda a las
personas que se han caído. La esperanza invitándonos a seguir adelante.
Con
el tiempo aprendes que en la vida predominan los errores, que el fuego
quema y que el agua en exceso ahoga. Que no hay sonrisas que después
traigan consecuencias, que las lagrimas abundan, y que la felicidad
nunca llega del todo. Que los besos que necesitas no son los que
recibes, que lo que deseas no lo tienes, y lo que quieres te cuesta
conseguirlo. A día de hoy las cosas son difíciles y quien diga lo
contrario miente, porque nadie, absolutamente nadie tiene lo que quiere.
Las palabras dichas al azar, los gritos lanzados al viento, los pasos
sin rumbo, las calles llenas de murmullo, el mundo girando, la vida
llevando su curso como un río que siempre fluye y nunca para, las
obligaciones, las preocupaciones, los sueños, los dias, las horas; todo
se consume como una cerilla, algo que se enciende rápido y que poco a
poco se apaga.
No
cierres la ventana por si vuelve en busca de su sombra, yo prometo
que con polvos mágicos conseguiré coserla aunque sea a un calcetín.
Pensamientos felices son necesarios para volar y yo sólo puedo volar
si es contigo. Que dejemos atrás los celos de campanilla y si algún
día toca crecer sea entre besos (los tuyos). Que necesito tres
pasos, dos saltitos y un resbalón para llegar a ti (bueno, quizás
un poco más) pero merecerá la pena. Cuando te acercas siempre te
pongo de sobreaviso con ese tic-tac, tic-tac, tic-tac... pero en este
caso no hablamos de un reloj si no de la forma que tienes de acelerar
mi pulso. Ven, así podré volver a ser entre tus brazos ese niño
perdido.
+No te entiendo tía,¿porqué te gusta tanto la lluvia? -Ohh,que pregunta más estúpida.Me gusta la lluvia por millones de razones. +¿A sí?¿Cuáles? -Porque
en los días tristes puedo llorar sin que la gente me pregunte el
porqué.Porque en los días amorosos puedo recibir un beso romántico
debajo de la lluvia.Porque hay días que es bueno mojarse,porque hay días
que merecen la pena.
Desde que nacemos y aprendemos algo del mundo en el que vivimos nos
preparamos para sobrevivir. Buscamos un cobijo, un grupo de personas en
las que refugiarnos y con las que compartir quizás tu vida. Pasamos
pruebas, lloramos cuando el cuerpo nos lo pide y sonreímos cuando la
felicidad decide hacernos una visita. Ella, siempre con prisas, un
horario muy apretado el suyo. Arreglamos los errores, o lo intamos.
Buscamos ventanas para abrir, cerrojos que romper, deseos escondidos
entre el polvo de nuestra habitación. Y aunque estemos derrotados
seguimos cerrando los ojos cuando vemos una estrella fugaz. Porque lo
necesitamos, necesitamos ese vilano que soplar, esa moneda que tirar,
que las semillas lleguen a su destino y la moneda a lo más hondo de la
fuente. Porque tenemos fe. Fe en lo que necesitamos. Fe en nuestra
familia, en nuestra vida, en nuestro futuro. Fe en que todo se
solucione, en que la oscuridad desaparezca. En que por fin nos mire, en
que por fin sonría. En que mi voz sea lo suficientemente potente como
para llegar a los oídos que quiero que me escuchen, y mis letras lo
necesariamente claras como para llevar el mensaje correcto. Fe en
encontrarla, encontrarle, en que se recupere, en que esté bien donde
quiera que se encuentre. Fe en que no se rinda, en no rendirme. Fe en
nosotros mismos.
Y tú, dime, ¿tienes fe?.
De tanto perder aprendi a ganar, de tanto llorar se me dibujo la sonrisa, conosco tanto el piso que solo miro elcielo,toque tantas veces fondo que cada vez que bajo se que mañana subire. Me asombra tanto como es el ser humano que aprendi a ser yo misma..tuve que sentir la soledad para aprender a acompañarme, intente ayudar tantas veces a los demas que aprendi a esperar que me pidan ayuda.Hago solo lo que debo de la mejor forma que puedo y los demas que hagan lo que quieran…vi tantas liebres correr sin sentido, que aprendi a ser tortuga y apreciar el recorrido
El amor tiene firma de autor en las causas perdidas. El amor siempre empiezasoñando y termina eninsomnio, es
un acto profundo de fe que huele a mentira .El amor baila al son que le
toquen sea Dios o el demonio. El amor es la guerra perdida entre el
sexo y la risa. Es la llave con que abres el grifo del agua en los ojos,
es el tiempo más lento del mundo cuando va de prisa. El amor se abre
paso despacio no importa el cerrojo. El amor es la arrogancia de
aferrarse a lo imposible, es buscar en otra parte lo que no encuentras
en ti
El amor es un ingrato, que te eleva por un rato, y te desploma porque sí. El amor es dos en uno, que al final no son ninguno y se acostumbran a mentir. El amor es la belleza, que se nutre de tristeza, y al finalsiempre se va
El amor casi siempre es mejor cuando está en otra parte, luce bien en novelas que venden finales perfectos.
No te vayas amor que aunque duelas no quiero dejarte. Si
eres siempre un error porque nunca se ven tus defectos, puede ser que
lo que juzgo sea otra cosa que a mi suerte le ha tocado el impostor. Y
no te deja decir lo que quieres decir. Sin hacerte saber
Nada se pierde con probar
Hola, ¿cómo estás? - Muy bien ¿y tu? - Bien. - ¿Cómo te llamas?- Yo soy el Amor - ¿El Amor? - Sí, el Amor. - Qué raro, yo he conocido varios Amores y ninguno se parecía a ti. - Pues yo te aseguro que soy el verdadero, créeme. - Es que me resulta un poco difícil creerte porque yo pensé que ya te conocía y tu cara me es nueva. Y, ¿cuándo volveré a encontrarme contigo? - No te preocupes, que yo aparezco en el momento menos esperado. - Y, ¿cómo podré reconocerte? - Me reconocerás, no tengas miedo. Sabrás que soy yo, el verdadero. - Pero, ¿vendrás y te irás? - No, vendré y me quedaré por siempre a tu lado. - ¿Y si no nos volvemos a cruzar? - Tranquila, que yo te buscaré.