martes, 4 de diciembre de 2012

* ஐ Deliciosos secretos ஐ *






+No te entiendo tía,¿porqué te gusta tanto la lluvia?
-Ohh,que pregunta más estúpida.Me gusta la lluvia por millones de razones.
+¿A sí?¿Cuáles?
-Porque en los días tristes puedo llorar sin que la gente me pregunte el porqué.Porque en los días amorosos puedo recibir un beso romántico debajo de la lluvia.Porque hay días que es bueno mojarse,porque hay días que merecen la pena. 


Depositar un poco de fe en el café de cada día

Desde que nacemos y aprendemos algo del mundo en el que vivimos nos preparamos para sobrevivir. Buscamos un cobijo, un grupo de personas en las que refugiarnos y con las que compartir quizás tu vida. Pasamos pruebas, lloramos cuando el cuerpo nos lo pide y sonreímos cuando la felicidad decide hacernos una visita. Ella, siempre con prisas, un horario muy apretado el suyo. Arreglamos los errores, o lo intamos. Buscamos ventanas para abrir, cerrojos que romper, deseos escondidos entre el polvo de nuestra habitación. Y aunque estemos derrotados seguimos cerrando los ojos cuando vemos una estrella fugaz. Porque lo necesitamos, necesitamos ese vilano que soplar, esa moneda que tirar, que las semillas lleguen a su destino y la moneda a lo más hondo de la fuente. Porque tenemos fe. Fe en lo que necesitamos. Fe en nuestra familia, en nuestra vida, en nuestro futuro. Fe en que todo se solucione, en que la oscuridad desaparezca. En que por fin nos mire, en que por fin sonría. En que mi voz sea lo suficientemente potente como para llegar a los oídos que quiero que me escuchen, y mis letras lo necesariamente claras como para llevar el mensaje correcto. Fe en encontrarla, encontrarle, en que se recupere, en que esté bien donde quiera que se encuentre. Fe en que no se rinda, en no rendirme. Fe en nosotros mismos.
Y tú, dime, ¿tienes fe?.
De tanto perder aprendi a ganar, de tanto llorar se me dibujo la sonrisa, conosco tanto el piso que solo miro el cielo, toque tantas  veces fondo que cada vez que bajo se que mañana subire. Me asombra tanto como es el ser humano que aprendi a ser yo misma.. tuve que sentir la soledad para aprender a acompañarme, intente ayudar tantas veces a los demas que aprendi a esperar que me pidan ayuda. Hago solo lo que debo de la mejor forma que puedo y los demas que hagan lo que quieran… vi tantas liebres correr sin sentido, que aprendi a ser tortuga y apreciar el recorrido
El amor tiene firma de autor en las causas perdidas. El amor siempre empieza soñando y termina en insomnio, es un acto profundo de fe que huele a mentira .El amor baila al son que le toquen sea Dios o el demonio. El amor es la guerra perdida entre el sexo y la risa. Es la llave con que abres el grifo del agua en los ojos, es el tiempo más lento del mundo cuando va de prisa. El amor se abre paso despacio no importa el cerrojo. El amor es la arrogancia de aferrarse a lo imposible, es buscar en otra parte lo que no encuentras en ti
 El amor es un ingrato, que te eleva por un rato, y te desploma porque síEl amor es  dos en uno, que al final no son ninguno y se acostumbran a mentir. El amor es la belleza, que se nutre de tristeza, y al final siempre se va

 El amor casi siempre es mejor cuando está en otra parte, luce bien en novelas que venden finales perfectos.
No te vayas amor que aunque duelas no quiero dejarteSi eres siempre un error porque nunca se ven tus defectos, puede ser que lo que juzgo sea otra cosa que a mi suerte le ha tocado el impostor. Y no te deja decir lo que quieres decir. Sin hacerte saber 

 Nada se pierde con probar
Hola, ¿cómo estás?
- Muy bien ¿y tu?
- Bien. 
¿Cómo te llamas?- Yo soy el Amor
- ¿El Amor?
- Sí, el Amor.
- Qué raro, yo he conocido varios Amores y ninguno se parecía a ti.
- Pues yo te aseguro que soy el verdadero, créeme.
- Es que me resulta un poco difícil creerte porque yo pensé que ya te
conocía y tu cara me es nueva.
 Y, ¿cuándo volveré a encontrarme contigo?
- No te preocupes, que yo aparezco en el momento menos esperado.
- Y, ¿cómo podré reconocerte?
- Me reconocerás, no tengas miedo. Sabrás que soy yo, el verdadero.
- Pero, ¿vendrás y te irás?
- No, vendré y me quedaré por siempre a tu lado.
- ¿Y si no nos volvemos a cruzar?
- Tranquila, que yo te buscaré.

El corazón no muere cuando deja de latir,
el corazón muere cuando los latidos
no tienen sentido.

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